Vision Politica.
Por: Fernando Cruz Lopez.
Durante todo su sexenio, Andrés Manuel López Obrador negó sistemáticamente que en México se produjera fentanilo. Con un discurso reiterativo y desafiante, acusaba a Estados Unidos de difamar al país y se rehusaba a aceptar que los cárteles mexicanos no solo traficaban con esta droga, sino que también la fabricaban en laboratorios clandestinos. Hoy, a menos de seis meses del gobierno de Claudia Sheinbaum, la realidad ha estallado como una verdad insoportable: más de 700 laboratorios de fentanilo han sido desmantelados en territorio mexicano, evidenciando lo que el expresidente no quiso, no pudo o no le convino aceptar.
Lo cierto es que no se trata solo de una simple omisión, sino de una política deliberada de ocultamiento. Durante el sexenio de AMLO, el gobierno mexicano rechazó colaborar plenamente con agencias internacionales especializadas en el combate al narcotráfico. Se minimizó el papel del fentanilo en la crisis de salud pública que azota a Estados Unidos, se evitó enfrentar con fuerza a los cárteles que dominan este mercado letal, y se insistió en un discurso soberanista que, en el fondo, protegía la impunidad.
Las cifras ahora reveladas por el nuevo gobierno muestran la dimensión del engaño: cientos de laboratorios clandestinos operaban a plena luz del día, muchos en estados donde la presencia del crimen organizado está documentada desde hace décadas. Estos centros de producción de fentanilo no surgieron en los últimos seis meses: estaban ahí, ocultos bajo la alfombra del discurso oficial.
Claudia Sheinbaum, que llegó al poder con el reto de mantener la llamada “cuarta transformación”, se ha visto obligada a dar un giro en materia de seguridad y cooperación internacional. Lo que se está descubriendo no es un fenómeno nuevo, sino una operación criminal que llevaba años operando bajo la sombra de la negación oficial.
Porque mientras se negaba la existencia de laboratorios, miles de personas morían al otro lado de la frontera por sobredosis. Y mientras se protegía la narrativa política, se fortalecían los negocios más oscuros del narcotráfico mexicano. El fentanilo sí se produce en México. Lo sabíamos todos. Solo que Lopez Obrador no lo queria ver y aceptar…sigame en X como @Visionpolitica7