Visión política
Por: Fernando Cruz López
No hay un discurso más hueco y falso que aquel que se traiciona con los hechos. Y eso es precisamente lo que ocurrió esta semana en la Cámara de Diputados, donde legisladoras y legisladores de Morena y sus aliados se alinearon para proteger a Cuauhtémoc Blanco, quien enfrenta señalamientos graves por violencia contra mujeres. Lo que todo México vio no fue una votación legislativa cualquiera: fue una prueba moral que los morenistas reprobaron sin titubeos.
En un Congreso donde Morena ha hecho del discurso feminista una bandera permanente, pues pregonan a todo pulmón “con Sheinbaum llegamos todas”, sin embargo, el voto para blindar al exfutbolista y actual diputado federal representó un retroceso brutal. No sólo por lo que se votó, sino por quiénes lo votaron. Varias legisladoras entre ellas las Oaxaqueñas, que han alzado la voz en causas de género decidieron ese día guardar silencio. O peor aún: prestaron su voto para encubrir a un hombre denunciado por hostigamiento, intimidación y desprecio sistemático hacia mujeres periodistas, funcionarias y políticas.
Cuauhtémoc Blanco no es un perfil cualquiera. Llega al Congreso con un historial de opacidad, vínculos turbios y una gestión desastrosa como gobernador de Morelos. Pero lo más indignante es su largo expediente de comportamientos misóginos, hoy documentados no solo en testimonios sino en denuncias formales. Su desafuero era una oportunidad para el Congreso de enviar un mensaje claro: la violencia contra las mujeres no tiene fuero, ni colores partidistas.
En cambio, lo que vimos fue el peso del pacto político por encima de cualquier compromiso ético. Y como en otras ocasiones, la causa feminista fue sacrificada en el altar de la conveniencia electoral.
¿Qué le dice esto a miles de mujeres en México que han confiado en que el cambio vendría con ellas y para ellas? ¿Qué legitimidad tienen ahora esas diputadas que votaron para proteger a un agresor? ¿Dónde queda la narrativa del gobierno más feminista de la historia?
Las mujeres no llegan todas cuando algunas son utilizadas para callar, otras para encubrir, y muchas más para aplaudir la simulación. La dignidad no se vota en bloques. Se defiende o se traiciona. Y esta vez, fue lamentable y vergonzosamente traicionada…Síganme en X como @Visionpolitica7