El Ejército israelí afirmó ayer que cercó completamente la ciudad de Gaza, tras 27 días de bombardeos de la Franja gobernada por el Movimiento para la Resistencia Islámica Hamas, que prometió devolver «en bolsas negras» a los soldados que participan en la invasión.
En el frente norte, Israel replicó con bombardeos a una andanada de cohetes lanzada desde Líbano por Hezbolá, otro grupo aliado de Hamas.
«Muchos de tus soldados volverán en bolsas negras», dijo, dirigiéndose a los israelíes.
Israel prometió «aniquilar» a Hamas desde la incursión de comandos islamistas que el 7 de octubre mataron a más de 1,400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a cerca de 240 llevadas como rehenes a Gaza, según el balance oficial del país.
En represalia, Israel desencadenó una campaña de incesantes bombardeos, reforzados con incursiones terrestres desde el viernes pasado, que, según Hamas, dejaron más de 9 mil muertos, entre ellos 3,760 niños.
Israel impuso además, un asedio prácticamente total de ese territorio de 362 km2 y unos 2.3 millones de habitantes, apenas flexibilizado en los últimos días para encaminar algunas provisiones a una población privada de agua, comida, medicamentos y electricidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció el cúmulo de obstáculos que limitan la llegada de ayuda humanitaria.
CONTINÚA LA SALIDA POR EGIPTO
El paso de Rafah, única salida de la Franja que no está controlada por Israel, abrió ayer por segundo día y un centenar de extranjeros, en muchos casos con doble nacionalidad, pudieron salir hacia Egipto. El miércoles fueron más de 400.