Vision política
Por: Fernando Cruz lopez.
Como cada año, la Sección 22 del SNTE, brazo estatal de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), entrego la semana pasada su pliego petitorio al Gobierno de Oaxaca. Y como siempre, lo hace con una larga lista de demandas, muchas de ellas irrealizables y descabelladas, que parecen estar diseñadas no para mejorar la educación, sino para justificar un eventual paro nacional.
En el fondo, el pliego 2025 es más de lo mismo: una exigencia constante de privilegios, canonjías y beneficios políticos disfrazados de lucha magisterial. A lo largo de décadas, la CNTE ha perfeccionado la fórmula del chantaje: ponen sobre la mesa un documento saturado de peticiones descabelladas —que van desde la reinstalación automática de cesados por faltas injustificadas, hasta el control absoluto del IEEPO— sabiendo de antemano que muchas de sus peticiones son inviables constitucional, financiera o administrativamente. Esa es la coartada perfecta para paralizar clases, tomar oficinas, bloquear carreteras y victimizarse ante la opinión pública.
Mientras tanto, los mas perjudicados son los niños y niñas oaxaqueños. En ningún punto del pliego petitorio se hace una reflexión honesta sobre cómo elevar la calidad educativa, reducir los índices de rezago escolar, mejorar la infraestructura en zonas indígenas o garantizar docentes capacitados en cada aula. Los 80 mil integrantes de la Sección 22 parecen más preocupados por recuperar prebendas perdidas que por construir una educación que libere, forme y transforme.
Los padres de familia, en muchas comunidades, ya no aplauden estas movilizaciones. Por el contrario, comienzan a levantar la voz exigiendo que sus hijos no sean rehenes del juego político entre líderes sindicales y gobiernos estatales. El daño causado por los paros constantes, las ausencias sin sanción y el bajo rendimiento académico es profundo y de largo plazo. ¿Quién se hace responsable por generaciones enteras de oaxaqueños mal formados?
Oaxaca no puede seguir siendo rehén de una organización que cada año convierte sus demandas en trincheras ideológicas y sus asambleas en campos de batalla. Si la Sección 22 verdaderamente busca justicia y transformación, que empiece por renunciar al chantaje y comprometerse con la educación que Oaxaca merece. sígame en X. Cómo @visionpolitica7