Los pandas son una señal del aprecio o del interés chino en la relación con otros países, según un estudio de la Universidad de Oxford.
De ser así, la situación de China con Estados Unidos es mala: el pasado miércoles dejaron Washington los tres pandas que se encontraban en el zoológico de la capital y sólo quedan cuatro en el país, los de Atlanta, programados para regresar en 2024.
Otros dos que vivían en Calgary se fueron a finales de 2020.
Sólo hay otros dos pandas en el mundo que no son propiedad china.
Desde hace 52 años, cuando el zoológico de Washington recibía una pareja de pandas como muestra de amistad de China que estaba en el inicio de una carrera hacia el status de potencia económica, han sido un símbolo político-diplomático.
Febrero de 1972 fue importante para Beijing y Washington, ya que Richard Nixon visitó China y convino con Mao Zedong y Chou Enlai la reanudación de relaciones.
La selección del panda como símbolo pareció estratégico. Era también una distinción: se estimaba que entonces había menos de 300 pandas en el mundo y eran una especie en vías de extinción. Ahora hay casi 1,900 en estado silvestre y más de 600 en cautiverio.
Estados Unidos tiene desde hace mucho tiempo el águila calva y Rusia el oso. Los dirigentes chinos, alejados en aquel momento de Moscú y en un acercamiento con Nixon, eligieron a su vez el panda.
Para abril de 1972, los primeros pandas llegaban al Zoológico de Washington y desataron un fervor comparable al provocado por ídolos juveniles. Dos años después, en 1975, un panda llegaría a la CDMX.
Desde finales de la década de 1950, China envió pandas a diversos países en señal de amistad y alianza diplomática. Rusia y Corea del Norte fueron beneficiarios entonces.
Según referencias históricas, ya en el siglo VII, la emperatriz Wu Zetian envió dos osos a Japón.
La tradición terminó en 1984, cuando China cambió su protocolo y alquiló a los pandas en arrendamientos de 10 años: un millón de dólares anuales por pareja, durante 15 años.
Aunque parece que hay excepciones; en 2019, el presidente Xi Jinping entregó al ruso Vladimir Putin, una pareja. Ahora hay pandas en Qatar, Dubai, Malasia, Australia, Indonesia, Gran Bretaña, Francia, España, Alemania, Holanda, Finlandia y Austria.