Un terremoto de magnitud 7.8 azotó el sureste de Turquía y Siria a primeras horas del lunes, derribó cientos de edificios y mató al menos 3 mil 452 personas y dejó, por el momento, 11 mil 159 personas heridas (última actualización de la cifra 13:37 horas tiempo de México). El servicio de emergencias de Turquía informó de que al menos 2,316 personas han muerto en su país y varios miles han resultado heridas. Por su parte, Siria ha reportado al menos 1.136 personas fallecidas.
Se cree que aún quedan cientos de personas bajo los escombros, y la cifra de víctimas podría subir conforme los rescatistas buscaban entre los restos en ciudades y pueblos.
Docenas de edificios se derrumbaron en ciudades de toda la región fronteriza. Rescatistas y residentes buscaban ansiosos bajo los escombros, entre las pilas de metal retorcido y bloques de concreto.
Un hospital se derrumbó en Turquía y los pacientes, incluidos recién nacidos, fueron evacuados de un puñado de centros en Siria.
En la ciudad turca de Adana, un testigo dijo que tres edificios cerca de su casa se habían caído. Una persona exclamó “no tengo fuerzas para aguantar” entre los escombros mientras los rescatistas trataban de localizarla, indicó el testigo, el estudiante de periodismo Muhammet Fatih Yavus.
Más al este, en Diyarbakir, grúas y equipos de rescate trabajaban en una pila de pisos de concreto amontonados que antes eran un edificio de apartamentos.
Por su parte el Gobierno Mexicano informa que hasta el momento no se tiene reportes de connacionales afectados por los sismos en Turquía. La Embajada de México en el país se ha comunicado con las personas registradas en las zonas del desastre.
El sismo golpeó una región marcada a ambos lados de la frontera por más de una década de guerra civil en Siria. Del lado sirio, esa zona está dividida entre territorio controlado por el gobierno y el último enclave en manos de la oposición, que está rodeado por fuerzas sirias con apoyo de Rusia. Turquía, por su parte, acoge a millones de refugiados de ese conflicto.
Unos cuatro millones de sirios de otras zonas del país desplazados por los combates abarrotan las regiones controladas por la oposición. Muchos viven en edificios ya debilitados por bombardeos pasados.
Cientos de familias quedaron atrapadas entre los escombros, según un comunicado de la organización opositora de emergencia Cascos Blancos.
Los maltrechos centros médicos y hospitales se llenaron de heridos con rapidez, según rescatistas. Otros, como un hospital de maternidad, tuvieron que ser evacuados, según la organización médica SAMS.
“Se teme que haya cientos de muertos”, dijo Qaddor, refiriéndose a la región noroccidental del país. “Estamos bajo presión extrema”.
3 mil 471 edificios se desplomaron durante y tras terremoto
El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó la magnitud del temblor en 7.8. Se registraron al menos 20 réplicas, algunas de ellas horas más tarde cuando ya había salido el sol. Las más fuertes tuvieron una magnitud de 7.5 y 6.6, según las autoridades turcas.
El sismo destruyó edificios desde las ciudades sirias de Alepo y Hama a la turca Diyarbakir, a más de 330 kilómetros de distancia al nordeste. Casi 900 edificios se desplomaron en las provincias turcas de Gaziantep y Kahramanmaras, indicó el vicepresidente, Fuat Oktay. Un hospital se derrumbó en la ciudad costera mediterránea de Alejandreta, pero en un primer momento se desconocía el número de víctimas, señaló.
Es importante que el balance al momento presentado por la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), contando los casi 900 edificios antes mencionados, se derrumbaron 3 mil 471 edificios en todo el país.
“Por desgracia, en este momento también sufrimos condiciones climáticas extremadamente graves”, dijo Oktay a la prensa. Casi 2 mil 800 equipos de búsqueda y rescate se habían desplegado en las zonas afectadas, añadió.
“Esperamos que superaremos este desastre juntos lo más pronto posible y con la menor cantidad de daños”, tuiteó el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan.
Países desde Taiwán a Rusia y Alemania ofrecieron enviar ayuda, ya fuera material médico, equipos de rescate o dinero.
En Turquía, la gente que intentaba salir de las regiones afectadas provocó atascos de tráfico que complicaron los esfuerzos de los equipos de emergencias por llegar a los lugares golpeados. Las autoridades instaron a los vecinos a no tomar las carreteras. Mezquitas de toda la región abrían como refugio para la gente que no podía regresar a sus casas en temperaturas que rondaban la congelación.
El temblor causó graves daños en el monumento más conocido de Gaziantep, un castillo histórico sobre la colina en el centro de la ciudad. Parte de los muros y las torres vigía de la fortaleza quedaron destruidos y otras partes muy dañadas, según imágenes de la ciudad.
En Diyarbakir, cientos de rescatistas y civiles formaron filas sobre una montaña de escombros y pasaban pedazos de concreto, enseres y otros restos mientras buscaban a sobrevivientes atrapados y las topadoras buscaban entre los escombros más abajo.
En el noroeste de Siria, el temblor agravó las dificultades para el enclave opositor que tiene su centro en la provincia de Idlib, que lleva años bajo asedio y sufre ataques aéreos frecuentes de Rusia y el gobierno sirio. El territorio depende del flujo de ayuda de la cercana Turquía para cualquier cosa, desde comida a suministros médicos.
El grupo opositor Defensa Civil Siria dijo que la situación en la región controlada por los rebeldes era “desastrosa”, pues había edificios enteros desplomados y personas atrapadas entre los escombros.
En la pequeña localidad rebelde siria de Azmarin, en las montañas junto a la frontera turca, se llevaron al hospital los cuerpos de varios niños envueltos en mantas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos indicó que el epicentro del sismo se ubicó a unos 33 kilómetros de Gaziantep, a una profundidad de 18 kilómetros.