Oaxaca, México. – Mientras la cruenta disputa entre las comunidades en los Coatlanes deja una estela de dolor con cinco muertos y heridos, el gobierno estatal opto por un largo silencio, luego por la tarde emitió un comunicados donde no dijo nada.
A pesar de la gravedad del conflicto suscitado cerca de la autopista Barranca Larga-Ventanilla, ni el Gobierno Oaxaqueño ni la Fiscalía del Estado, informaron oportuna y correctamente, fue hasta las 9 de la noche de ayer, cuando la fiscalía dio a conocer parte de los hechos, pues ni siquiera ellos saben hasta ahorita que fue lo que paso.
El suceso se desencadenó cuando vecinos de San Sebastián Coatlán, Miahuatlan estaban trabajando en sus terrenos a un costado de la nueva carretera en el paraje “El limar”. según se sabe fueron atacados por vecinos de un pueblo cercano con quien tienen añejas disputas agrarias, El ataque dejó cinco víctimas fatales y varios lesionados, que fueron llevados a hospitales cercanos, como el IMSS de Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Sin embargo, la fiscalía no ha dado a conocer con claridad que fue lo que en realidad paso, no han dado detalles sobre las causas del ataque armado, ni han informado sobre las medidas de seguridad que se tomarán para prevenir más agresiones. La falta de información por parte del Gobierno estatal abona a la incertidumbre e indignación de los ciudadanos, quienes ven un intento deliberado de minimizar o tapar la magnitud del asunto.
Hay que mencionar que el Gobierno de Oaxaca, en vez de tomar una postura firme y clara, se ha limitado a dar vista a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) para que investigue los hechos, pero hasta ahora no hay resultados visibles ni avisos de operativos especiales para frenar la violencia en la región.
El despliegue rápido de elementos de la Guardia Nacional y de la policía estatal no ha sido suficiente para calmar a la gente. Los pobladores alegan que la presencia de las fuerzas de seguridad llegó tarde y no fue eficaz, ya que no evitó el enfrentamiento ni garantizó la protección de los civiles.
Omisión sistemática del conflicto
Este enfrentamiento es solo uno de los tantos episodios violentos que han golpeado la región de los Coatlanes, una zona marcada por pleitos agrarios, disputas de tierras y el abandono del gobierno. A pesar de ello, el Gobierno estatal ha preferido no transparentar la situación, quedándose en declaraciones vagas que no explican los motivos del conflicto ni las medidas preventivas que se requieren.
El silencio oficial no solo esconde la violencia, sino que también pone en riesgo la integridad de la población, que queda a merced de conflictos agrarios cada vez más brutales. La falta de un plan de acción concreto y la ausencia de respuestas fuertes muestran una preocupante indiferencia del gobierno ante el aumento de la violencia rural.