VISIÓN POLÍTICA.
Por: Fernando Cruz Lopez.
A casi una década de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se enfrenta a severas críticas por no haber cumplido su reiterada promesa de esclarecer este trágico suceso.
Para nadie es un secreto que una de la promesas de campaña del presidente López obrador fue esclarecer el caso de los normalistas desaparecidos y siempre dijo que el brazo de la justicia alcanzaría a los autores materiales e intelectuales, sin embargo, a pesar de los esfuerzos y compromisos declarados, el caso sigue sin resolverse, dejando a las familias de las víctimas y a la sociedad mexicana con un sentimiento de frustración y desilusión.
Todo México supo y se enteró oportuna y claramente que López obrador inició su gobierno asegurando que los normalistas desaparecidos serían encontrados y los responsables castigados, de igual manera vez tras ves le prometió también a los familiares de los estudiantes desaparecidos que encontraría la verdad y haría justicia. Se comprometió a establecer una Comisión de la Verdad para investigar el caso, lo cual fue recibido con esperanza por las familias y la sociedad civil. Sin embargo, estamos a escasas cinco semanas que termine su mandato y jamás cumplió su promesa.
A pesar de algunos arrestos y procesamientos, como el de 20 los militares por posible omisión y vínculos con la delincuencia organizada, no se ha logrado esclarecer la participación directa del Ejército en el crimen de Iguala. Los padres de los estudiantes han expresado su decepción por la falta de avances significativos y se sienten burlados y usados por el mandatario mexicano.
Hay que destacar que el caso de Ayotzinapa es complejo y está plagado de desafíos. La desconfianza hacia las autoridades, las acusaciones de tortura a detenidos, y la falta de cooperación internacional en la extradición de individuos clave han complicado la investigaciones. Además, el llamado «pacto de silencio» entre los involucrados ha sido un obstáculo persistente para descubrir la verdad.
Lo cierto es que el caso Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta en la conciencia nacional de México. La búsqueda de la verdad y la justicia para los 43 estudiantes debe seguir siendo una prioridad para el próximo gobierno, no solo como un acto de justicia para las familias, sino como un paso esencial hacia la reconciliación nacional…Sigame en X como @Visionpolitica/