La asociación destaca en su informe ‘Marihuana para uso médico, cannabis recreativo y salud cardiovascular’, que si bien la marihuana puede ser útil para tratar algunas otras afecciones médicas, no parece tener beneficios bien documentados para la prevención o el tratamiento de enfermedades cardiovasculares (ECV).
De hecho, las sustancias químicas del cannabis se han relacionado en estudios con un mayor riesgo de padecer ataques cardiacos, insuficiencia cardiaca y fibrilación.
Los usuarios de la marihuana también pueden tener un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral causado por coágulos, según la declaración científica de 2022 de la American Heart Association.
Los estudios citados determinaron que los que consumían marihuana tenían más derrames cerebrales (entre 17% y 24% más) en comparación con quienes no la consumían.
Fumar e inhalar marihuana, independientemente del contenido de THC, se ha asociado con disfunciones del músculo cardiaco, dolor de pecho, ataques, alteraciones del ritmo cardiaco, muerte por paro súbito y otras enfermedades graves.
Según la declaración de la American Heart Association sobre el consumo de cannabis y la salud cardiovascular, en los estados de EU donde se ha legalizado se ha observado un aumento en la cantidad de hospitalizaciones.