Tras el ofrecimiento de una negociación de la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, a los integrantes del Gabinete de Seguridad Federal para aplazar la entrada en vigor de la sentencia que obliga a devolver a la Guardia Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el presidente Andrés Manuel López Obrador rompió los canales de diálogo con el Poder Judicial.
En la mañanera, el jefe del Ejecutivo federal reveló que la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sostuvieron una llamada con la ministra Norma Piña, en la cual ésta planteó llegar a un acuerdo sobre la invalidación de la reforma a la Guardia Nacional.
Rosa Icela Rodríguez y Adán Augusto López consultaron al Presidente sobre la propuesta, la cual fue rechazada por el mandatario.
“Se arrepintieron, o sea, en vez de que ordenaran que entrara en vigor de inmediato, empezaron hasta mandándonos a decir que porqué no se negociaba para que entrara en vigor después”, afirmó.
López Obrador instruyó a los secretarios a romper los canales de comunicación con la ministra.
“Le dijo la presidenta de la Corte a la secretaria: ‘Oye, pero cómo te quejas, si tú vas a manejar la Guardia Nacional’. Politiquería ramplona, abriéndole el apetito para que ambicionara ser ella la que manejara la Guardia”, dijo.