Madrid (EFE).- La tasa de inflación ha bajado al 3,3 % interanual en marzo, 2,7 puntos por debajo de la de febrero y la más baja desde agosto de 2021, gracias al abaratamiento de la electricidad y los carburantes, que en marzo del año pasado se dispararon de precio tras la invasión de Ucrania.
Sin embargo, la tasa de inflación subyacente -sin contar con productos energéticos ni alimentos no elaborados- solo ha bajado una décima, al 7,5 %, lo que hace suponer a los expertos que los alimentos siguen presionado al alza, aunque un poco menos, algo que tendrá que confirmar el Instituto Nacional de Estadística (INE) cuando difunda los datos definitivos el próximo 14 de abril.
De acuerdo con el indicador adelantado del índice de precios de consumo (IPC) publicado por el INE este jueves, el fuerte descenso en el ritmo de subida de la inflación general en marzo es el mayor en un mes de la tasa de inflación desde mayo de 1977.
La diferencia de 4,2 puntos entre las tasas de inflación general y subyacente es la más alta desde agosto de 1986, cuando el INE empezó a calcular la subyacente.
Las previsiones de los expertos respecto a la inflación subyacente, que ha bajado por primera vez desde septiembre pasado, apuntan a una moderación progresiva conforme la bajada del coste energético se traslade al resto de bienes y servicios.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos aseguraban la pasada semana en un encuentro informativo que el golpe de la inflación está remitiendo y que inflación general y subyacente podrían converger a finales de año.

Este jueves el ministerio ha destacado que «la bajada sostenida del precio de la electricidad, gracias a la solución ibérica y al resto de medidas adoptadas, ha sido clave para que la inflación española se sitúe entre las más bajas de Europa».
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que se trata de un dato esperanzador, pero que se van a seguir «monitorizando» los precios de la alimentación, sobre los que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha considerado que hay que seguir actuando.
«Lo que vengo diciendo hace meses, necesitamos medidas que mejoren las posibilidades de alimentación de las familias de nuestro país», ha insistido la también ministra de Trabajo.
Los datos publicados este jueves por el INE también avanzan que los precios de consumo subieron un 0,4 % en marzo respecto al mes de febrero y que en términos armonizados la tasa general se sitúa en el 3,1 % interanual, casi la mitad respecto al 6 % de febrero.
Demanda global de la energía
La inflación comenzó a escalar en el verano de 2021 por el aumento de la demanda global de la energía tras la pandemia y tocó techo un año después, en julio de 2022, al alcanzar el 10,8 %.

Esta evolución alcista provocada por el aumento de los precios energéticos se ha ido trasladando al resto de componentes, especialmente al grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas que el pasado febrero registraron una subida interanual récord del 16,6 %, a pesar de la rebaja o eliminación del IVA a algunos productos básicos.
Los sindicatos piden más medidas y subidas salariales
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha señalado que mientras la inflación general se ha moderado, la subyacente se mantiene elevada, lo que demuestra que las empresas han repercutido costes a precios y los siguen manteniendo mientras no suben salarios.
«El Gobierno tiene que tomar más medidas para redistribuir la riqueza», ha añadido.
Desde UGT también han señalado al dato de la subyacente, que lastra la cesta de la compra, mientras que la CEOE se resiste a negociar subidas salariales.
«Los beneficios empresariales son estratosféricos a costa de la masa salarial de los trabajadores», ha incidido la secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales, Cristina Estévez.
La mitad de la rebaja del IVA de los alimentos fue al 40 % de los hogares más ricos
Cinco de cada diez euros que se dejaron de recaudar por la rebaja del IVA a alimentos básicos y de primera necesidad han ido a parar al 40 % de hogares con mayor capacidad económica, de acuerdo con un análisis del centro de estudio de políticas económicas de Esade (EsadeEcPol).
El estudio de Esade, publicado este jueves, concluye que la eliminación del IVA a los alimentos de primera necesidad y la rebaja del 10 al 5 % a otros alimentos básicos es una medida «costosa e ineficiente» que destina un mayor gasto público agregado a las familias de más renta.
Los autores del estudio sostienen que «como la evidencia muestra de forma sistemática», las políticas de transferencias enfocadas a los hogares de renta baja suelen ser más efectivas desde el punto de vista distributivo y más baratas desde el punto de vista presupuestario, aunque presenten más dificultades de implementación.
El análisis constata que durante enero y febrero la rebaja del IVA en vigor desde el 1 de enero fue trasladada en su inmensa mayoría (más del 90 %) a los precios finales, al menos en las grandes superficies.
Planas ve «magnífico» el dato con la caída interanual del IPC avanzado
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha calificado de «magnífico» el dato del IPC avanzado, conocido este jueves, que refleja una caída de la inflación del 3,3 % interanual, aunque la subyacente (sin alimentos) se mantiene en el 7,5 % con respecto al mes de febrero, una décima menos.

En declaraciones a los medios en Zaragoza, tras reunirse con el presidente de Aragón, Javier Lambán, el ministro de Agricultura considera que estos datos muestran que «la inflación se va controlando» y se moderan los precios, aunque ha reconocido que será necesario esperar al análisis detallado de marzo para ver la evolución en la alimentación, dado que el IPC avanzado no lo hace.
Planas, quien se encuentra en la capital aragonesa para visitar la feria de producción ganadera Figan 2023, ha incidido en que los datos de los que se disponen respecto a la bajada de los precios de los alimentos muestran que hay «una tendencia clara, que nos gustaría que fuera más acelerada pero las cosas son como son», ha señalado.
El ministro de Agricultura se ha mostrado convencido de que se logrará esa bajada de precios, si bien, preguntado por el control del margen de beneficios, ha advertido que es una cuestión que «no es sencilla. Es compleja» y es por lo que desde el ministerio se han creado grupos de estudio de la cadena de valor.