Madrid, 14 mar (EFE).- La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley Mordaza, ha decaído este martes en el Congreso al no lograr el respaldo de la mayoría de la Comisión de Interior, donde ERC y EH Bildu han votado en contra al considerar que la propuesta mantiene intacto el núcleo más lesivo de la norma actual.
Los 18 votos de PSOE, Unidas Podemos y PNV no han sido suficientes para sacar adelante el dictamen de la reforma y, por tanto, que sea remitida a pleno, pues ERC y EH Bildu han sumado sus dos noes a los 17 del bloque de diputados del PP, Vox, Ciudadanos, UPN (Grupo Mixto) y Junts (Grupo Plural), partido que participó en las negociaciones pero que anunció hace semanas su vota en contra.
De esta forma, la reforma de la ley Mordaza se frustra nuevamente -ya lo hizo en 2019 por la convocatoria de elecciones-, aunque esta vez el acuerdo no ha sido posible al no lograr el Gobierno y sus socios de investidura llegar a un consenso en los cuatro puntos que desde el inicio han marcado las discrepancias: material antidisturbios, faltas de respeto a la autoridad, la desobediencia y resistencia y devoluciones en caliente.

Un “harakiri” parlamentario
Ya lo habían anunciado, pero este martes lo han vuelto a reiterar. ERC y EH Bildu no estaban dispuestos a que se traspasaran las “líneas rojas” que desde el principio habían marcado. Así que ha anunciado su voto en contra no sin cierta tristeza, sobre todo por el número de horas gastadas en innumerables reuniones que, a las postre, no han dado sus frutos.
Así, María Carvalho de ERC ha lamentado que tras casi dos años de debates, alrededor de 50 reuniones y un “ingente” trabajo -“uno de los más largos de la democracia”, ha dicho-, el resultado final, dejaba “casi intacto el corpus” de la norma aprobada con el Gobierno del PP en 2015 y que la izquierda quería derogar.
“Hoy se escenifica la pérdida de una oportunidad histórica para que el PSOE pudiera demostrar que no es lo mismo que el PP”, ha apostillado.
Un “harakiri parlamentario”. De este modo ha definido el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu el fracaso de la reforma, que también ha achacado a los socialistas por no querer llegar a la comisión con un acuerdo previo.

“No podemos hacernos responsables de una ley que permita a un agente sancionar a su libre albedrío, que se utilicen pelotas de goma y que se produzcan devoluciones en caliente”, ha zanjado el diputado de EH Bildu antes de concluir: “Seguiremos abogando por derogar la ley mordaza del señor Rajoy por ser un ataque a los derechos y libertades de la ciudadanía”.
El Gobierno responsabiliza a ERC y Bildu de que la ley mordaza siga vigente
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha responsabilizado a ERC y EH-Bildu de que la ley mordaza que aprobó el PP siga en vigor y ha hecho hincapié en que los partidos de la coalición, PSOE y Podemos, han cumplido su “compromiso” al apoyar la iniciativa que presentó el PNV para derogarla.
“Si la ley mordaza este vigente hoy es porque ha habido grupos que no han apoyado esta iniciativa del PNV para derogar esta ley, concretamente, entre otros, ERC y Bildu”, ha manifestado en la rueda de prensa del Consejo de Ministros después de que ambas formaciones votaran en el Congreso en contra de la reforma de la norma, que sin su voto no ha podido prosperar.
El PSOE ve en el rechazo un interés electoral y Unidas Podemos no tira la toalla.
A ellos les ha respondido el portavoz socialista, David Serrada, que aunque ha dejado claro que hoy no era el día de “buscar culpables”, ha acusado a sus socios de investidura de querer impedir la mejora de los derechos y libertades de los ciudadanos e, incluso, ha insinuado que detrás de la postura de los independentistas hay un interés electoralista.
También ha tenido palabras para el PP, al que ha recordado que aprobó una ley en 2015 para “amordazar” al conjunto de la sociedad “porque tenían miedo a la opinión pública”.
Enrique Santiago, de Unidas Podemos, secretario general del PCE y uno de los diputados más involucrados en los trabajos y más optimista, ha apelado a ERC y a EH Bildu a seguir trabajando” y ha insistido en que los grupos de izquierdas tienen “al alcance de la mano acabar” con la ley. De no hacerlo, ha vaticinado, sería “un drama”.
Desde el PNV, impulsor de la iniciativa de reforma, su portavoz, Mikel Legarda, ha lamentado la “oportunidad perdida” con más del 50 por ciento de la norma vigente “mejorada”.
“No siempre el cartero llama dos veces”, ha advertido Legarda, antes de reprochar a EH Bildu y Junts que durante la negociación no hayan presentado enmiendas sobre algunos de los puntos que finalmente han provocado el fracaso de una nueva ley.
El PP dice que se pasará de la patada en la puerta a la patada al policia
Mientras, la diputada del PP Ana Vázquez ha censurado la iniciativa y ha insistido en que si se aprobara, supondría “cambiar los grilletes de las manos de los delincuentes a las manos de las fuerzas de seguridad, que “es lo que quieren” EH Bildu y ERC.
Y ha concluido: “Si se pliegan a esta subasta de enmiendas (las transaccionales que habían firmado ERC y EH Bildu), ustedes del PSOE pasarán a la historia por pasar de la ley de la patada en la puerta a la ley de la patada al policía”.
“Esta reforma no busca otra cosa de desproteger a la sociedad y dejarnos indefensos frente a quienes desprecian el orden público”, ha defendido, por su parte, el portavoz de Vox Javier Ortega Smith, que ha prometido que su partido impulsará una modificación de la ley vigente para hacerla “más fuerte”.
Por Ciudadanos, Edmundo Bal ha asegurado que lo peor que ha hecho el PSOE es “no molestarse si quiera” en negociar con los grupos de la posición “con sentido de Estado”, lo que demuestra “un despropósito notable” por parte de los socialistas que han acudido a ERC y EH Bildu para regular la función de las fuerzas de seguridad.
Desde las filas de Junts Josep Pagès ha zanjado: “Estamos ante una mordaza light, pero en realidad es la misma, con la misma orientación autoritarista, una ley de sanción y no de derechos”. “No vamos a permitir que en suelo catalán la Policía Nacional y la Guardia Civil continúen reventándonos los ojos”, ha concluido.
Policías y guardias civiles, contentos con el adiós a una nueva ley Mordaza
Los principales sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles se han felicitado por el fracaso este martes de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley Mordaza, que, de aprobarse, lesionaría, a su juicio, los intereses de los agentes y les desprotegería.
“Una fantástica noticia para todos los ciudadanos y todos los policías”, ha asegurado en Twitter Aarón Rivero, secretario general del sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional y cuyos representantes se han concentrado hoy mismo a las puertas del Congreso donde se votaba el informe de la ponencia sobre la reforma, que no ha salido adelante.
A juicio de Jupol, el Gobierno se ha visto obligado a no ceder a los intereses de grupos políticos que apostaban por una mayor indefensión de los ciudadanos y policías ante actuaciones violentas y descontroladas. Y apostilla este sindicato: “Se ha conseguido frenar este proyecto de ley que solo beneficiaba a delincuentes y violentos”.
También ha expresado su satisfacción la asociación Jucil de la Guardia Civil, mayoritaria en el cuerpo. “Se trata de una decisión prudente y adecuada que evita la reforma y derogación de artículos que afectarían de forma grave a la efectividad de nuestras intervenciones, además del grave riesgo que generaría para la paz en las calles y la integridad física de los agentes”.
Para el secretario general de Jucil, Ernesto Vilariño, ahora lo que debe hacer el PSOE es “ser valiente” y estudiar los posibles cambios en la ley vigente después de escuchar a juristas, sindicatos y agrupaciones policiales.