El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) intensifica acciones de prevención y detección de las hepatitis virales A, B y C, enfocadas en reducir factores de riesgo para su transmisión; en especial, en las variantes con alta posibilidad de volverse crónicas y provocar cirrosis o cáncer, debido a que más de 90 por ciento de las personas afectadas no presenta síntomas en fase inicial, informó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis y de acuerdo con estadísticas proporcionadas por el director normativo de Prospectiva y Planeación Institucional, Hidalgo Borghio Ruiz Hernández, a través de la Subdirección de Aseguramiento de la Salud, de enero a junio de 2022 se realizaron en la dependencia 48 mil 475 pruebas de detección, de las cuales 25 mil 91 fueron de hepatitis B y 23 mil 384 de tipo C.
Además, se atendieron mil 433 pacientes con estos diagnósticos, a quienes se otorgaron dos mil 799 consultas; de ellas, 559 están en tratamiento por hepatitis B, y dos mil 243 por tipo C; además, se registró un fallecimiento por el virus B y siete por C.
Para hacer frente a esta enfermedad que, se estima, afecta a 1.5 por ciento de la población en México, la subdelegada médica de Yucatán, Martha Eugenia Montemayor Curiel, dio a conocer que, en cada entidad del país, el ISSSTE, en coordinación con la Secretaría de Salud estatal mantiene una campaña permanente de identificación temprana a pacientes con factores de riesgo para este padecimiento e implementa acciones de protección.
“Se aplican dosis contra hepatitis A, a hijas e hijos de personas trabajadoras del instituto que acuden a las Estancias para el Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDI), y contra hepatitis B a niñas y niños de un año, conforme al esquema básico de vacunación, así como a personas adultas hasta los 39 años de edad”, agregó y comentó que esta estrategia también se aplica en el Estado de México.
En el ISSSTE, de 60 a 70 por ciento de los casos se registra en mujeres, sobre todo entre los 40 y 60 años. El tipo A es más común en personas de 10 a 15 años y la hepatitis tipo B en adultas jóvenes, puntualizó.
El subdelegado médico de Michoacán, Francisco Vargas Saucedo, comentó que en esta entidad se ha incrementado la vigilancia epidemiológica y la notificación oportuna de esta patología. Se han detectado ocho casos hasta la semana epidemiológica 27, superando en 60 por ciento lo notificado en 2021, cuando se reportaron cinco.
El subdelegado médico del instituto en el Estado de México, Óscar Flores Munguía, especialista epidemiólogo, refirió que los virus de la hepatitis tienen diferentes vías de entrada al organismo y el plan más efectivo para prevenir brotes y contagios es promover medidas de autocuidado enfocadas a evitar los mecanismos de transmisión.
Explicó que la hepatitis A afecta principalmente a la niñez, debido a que se contagia por vía fecal-oral. Para prevenirla, recomendó a madres, padres y personas cuidadoras realizar eficazmente la higiene de manos con agua y jabón antes de preparar y consumir alimentos, después de ir al baño o cambiar el pañal, además de evitar comida o bebidas en la vía pública, donde el riesgo de contaminación es mayor.
En la hepatitis B, que se transmite por vía sexual, contacto con sangre o fluidos corporales, Flores Munguía aconsejó evitar tener múltiples parejas sexuales, usar condón y al aplicar inyecciones tener cuidado al manipular jeringas y agujas desechables.
Refirió que el personal de salud también presenta más riesgo, debido a la exposición a lesiones accidentales con material punzocortante. “En el ISSSTE promovemos que personal médico y de enfermería aplique los protocolos de seguridad necesarios para toma de muestras de sangre y en procedimientos de curaciones y quirófanos”, subrayó.
Actualmente, los controles de calidad aplicados a la donación de sangre y a las transfusiones evitan el riesgo de contagio de las hepatitis B y C; es importante continuar las medidas preventivas y de vigilancia epidemiológica, concluyó.