El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, consolaron ayer a una ciudad golpeada por el dolor y la ira, ofreciendo su pésame en un sitio de homenaje a 19 estudiantes y dos profesoras que perdieron la vida en un tiroteo en una escuela de Texas.
Afuera de la primaria Robb, Biden se detuvo en el sitio de homenaje improvisado —con 21 cruces, una por cada víctima— y la primera dama añadió un ramo de flores blancas a una pila frente al letrero de la escuela. Vieron los monumentos colocados en memoria de cada estudiante.