El Papa Francisco, al final de la Audiencia General celebrada este miércoles en el Aula Paulo VI, mostró una bandera de Ucrania que viajó desde Bucha, la ciudad donde se han encontrado los cuerpos sin vida en las calles.
“Las noticias recientes sobre la guerra en Ucrania, en lugar de traer alivio y esperanza, dan testimonio de nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha: crueldad cada vez más horrenda, también perpetrada contra civiles, mujeres y niños indefensos” expresó el Pontífice.
El Papa Francisco añadió junto a un grupo de niños ucranianos que llegaron a Italia y que le llevaron algunos dibujos con la bandera de Italia y pidiendo la paz, a lo que el Santo Padre les obsequió un huevo de Pascua a cada niño.
«Estos niños tuvieron que huir y llegar a una tierra extranjera: este es uno de los frutos de la guerra. No los olvidemos, y no olvidemos al pueblo ucraniano. Es duro ser desarraigado de la propia tierra por una guerra», sentenció.